17 diciembre 2005

espera

Su principal preocupación era si la camisa debería ser de a cuadros rojos y verdes o una enteramente azul. Se probó las dos, frente al espejo. Bañado, acicalado y siguiendo todos los rituales de higiene comunes en alguien de su edad. Todos menos el peinado, por supuesto: siempre ese desalineamiento en el pelo, que más que moda era vagancia, que más qe vagancia era estilo, que más que estilo era otra cosa. La azul no, definitivamente. Mucho calor para esa tela; además, la de cuadros combinaba con sus zapatillas y todo.
Le dió trago a su gaseosa de lima. La notó demasiado sobria, así que buscó algo para ponerle, para alegrarla un poco. Entre el gabinete de su madre debía haber, seguro. Así de la nada tenía un trago: gaseosa de lima con un chorrito de seguro, con hielo y una rodaja de limón. Se sentó y esperó, mirando la casa en silencio, a oscuras. Ya lo estaban por pasar a buscar, en cualquier momento.

N-/11:57 p.m./
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