Pero también es donde se ve al pago de la factura no como la alimentación a un capitalismo que se critica entre cervezas, o como el saldo de una deuda creada a partir de la llegada del pedido, sino como al paso previo y obligado para el acto justiciero de dejar propina, el cual es una afirmación de nuestro deseo de una sociedad donde cada uno reciba lo que merece y no lo que gana. Es, este gesto, además, un modo de hacernos sentir superiores y libres de culpa por haber dibujado en la mesa con sobres de azúcar.
{escrito en un café y leído en mi primera clase de taller de cuento, que no es un cuento sino más bien algo muy aguafuertes}
N-/12:14 a.m./ 0 Comentarios