20 junio 2009

proust estaba equivocado

en el vacío total se crea una fluctuación cuántica, una inflación y una radiación cósmica de fondo que genera una expansión de materia desde una singularidad primigenia por lo que se generan las primera estrellas. pasan muchos millones de horas hasta que en un planeta en formación y todavía ardiendo de magma vivo dos partículas de polvo chocan medio de costado y caen; esperan a que caigan más y se abrazan y se besan con lengua: se forma el primer charco de agua, que ebulle hasta que un átomo de oxígeno bosteza y se transforma en carbono. paranoico por estar rodeado y solo grita hasta convertirse en la primera bacteria del universo. sus nuevas mejoras: puede reproducirse sola. se separa en dos y empiezan a contarse chistes: no duran mucho tiempo -deciden hacer un número cómico, pero necesitan público- vuelven a reproducirse. las cosas se van de las manos y cuando son como 60 se genera un conflicto por la falta de espacio. un grupo se entierra en la arena del fondo y decide generar oxígeno por sí sola. otro grupo se esfuerza por hacerse grande y tener dientes para comerse al otro grupo: les lleva tiempo pero lo logran, sin embargo durante ese período el otro grupo de plantas, al estar acostados y sin mucho más para hacer, se reprodujo a mayor velocidad. los dientudos entonces empiezan a comerlos, pero se empachan muy rápido. el charco vuelve a ser demasiado chico. desesperados, saltan del charco, de a uno por vez. los primeros diez mueren, los siguientes cinco logran sobrevivir gracias a cierto problema asmático. los restantes se quedan en el charco que les queda cómodo, pero deciden medirse un poco con el tema de reproducirse -todo lo contrario a los que salieron que, asustados, prueban numerosas posiciones sexuales anfibias hasta que les sale pelos por todos lados. cansados del dolor de espalda, empiezan a caminar en dos patas y resultan ser los más altos del barrio. arrancan plantas del charco y las ponen en cualquier lado para ver qué pasa. tiran piedras a los peces del charco. cuando golpean a uno festejan por las malformaciones que generan -que devendrán en diferentes especies de peces- emitiendo un sonido; cuando fallan emiten otro sonido. todos los presentes deciden a partir de entonces que gritar "síííí" es acertar y que gritar "noooooo" es errar -algunos menos agraciados pronuncian este último como "niiiiuuu". durante años siguen perfeccionando el mismo plan: reproducirse, plantar más plantas y diferenciar todos los sonidos. los que se reproducen más veces a la semana comen las plantas de los plantadores y se burlan de los que refinan los sonidos, por "sensibles y putos". los plantadores, por miedo a ser golpeados, empiezan a diversificar las plantaciones y a hilar sweters de hilo para quedar más cancheros y poder pasarse al grupo de los reproductores. no lo logran hasta que instauran un sistema legal en donde los reproductores no pueden golpearlos "porque son todos los hombres iguales". frente a esta igualdad, los dueños de los alimentos quedan mejor posicionados y sólo tienen que esperar a que vengan hacia ellos las mujeres famélicas para que, a cambio de ensaladas de rúcula, se reproduzcan - a veces hasta se reproducen con dos a la vez. los antiguos reproductores, ahora desplazados, se arrodillan frente a los plantadores para no extinguirse en la soltería. los plantadores, cansados de trabajar, aprovechan y los hacen cargar 200 baldes de compost por día a cambio de dos choclos y una planta de lechuga mantecosa. trabajan de esta manera durante cientos de años hasta que, luego de algunas guerras y revueltas, deciden que es necesario descansar dos días a la semana de ser posible. lo logran, pero sólo si se esfuerzan más de lunes a viernes.
con su tiempo libre, los plantadores, entre reproducción y reproducción, experimentan con las plantas: hacen popurrí, las fuman, las muelen hasta hacerlas polvillo. ese polvillo lo mezclan con agua y otras cosas y logran hacer la masa cruda de las tortas exquisita, que comen siempre después de fumar otras plantas.
los ex-reproductores también empiezan a fumar algunas plantas, pero sólo los días sábados a la noche. esto les genera una resaca que los dota de una actitud contemplativa. y empiezan a recordar.
durante una noche bastante larga, los plantadores descubren el fuego.
recuerdan sus días de reproductores dominantes
descubren también que exprimiendo algunas plantas sale un líquido.
recuerdan su humillación frente a los plantadores que los esclavizan
descubren que pueden calentar ese líquido en el fuego.
recuerdan los días en que todos estaban en un charco cósmico
hunden una masa parecida a la masa de las tortas exquisita, de diez centímentros de largo, con forma de estrela prismática, y ven que se dora de manera perfecta.
recuerdan cuando su equipo no era el mamarracho que ven ahora en la televisión de un bar y al que le meten un gol diez segundos antes que un ex-reproductor muerda la corteza de un churro recién frito y se termine el mundo del caos.

N-/10:25 p.m./
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